Cómo manejar el balance entre la rutina de trabajo y el disfrute de la ciudad en la que estoy de viaje.
Una pregunta que me llegó esta semana fue cómo hago como nómada digital para trabajar y manejar la ansiedad para no salir corriendo a ver las atracciones turísticas de la ciudad.
Desde 2018 viajo mientras trabajo pero esta vez es diferente porque estoy dentro de un programa en Georgetown. Esta experiencia es con un grupo de 30 latinos donde tenemos clases de 9am a 5pm sumado 2 horas de viaje diarias para ir y volver de la universidad. Después de terminar las clases es cuando trabajo en Tiene que haber algo más.
Tengo la sensación constante de que no alcanzan las horas del día y hay planes pasando a la vez que no me quiero perder. Me siento un poco en gran hermano donde convivís con desconocidos compartiendo tu día, el departamento y hasta tu habitación.
Cuando arranqué como nómada tuve que hacer un cambio de mentalidad importante para entender que trabajar a tiempo completo es lo que me permite estar de viaje por períodos prolongados. Si no trabajo, no hay forma que pueda estar tanto tiempo fuera de mi ciudad. Esta forma de pensar me ayuda a priorizar y entender qué es lo importante.
Si estuviera en uno de mis viajes sola, trabajaría de lunes a viernes y el fin de semana lo tendría libre para visitar atracciones pero este viaje tiene una agenda diferente.
Llego agotada al fin de semana pero se que tengo que trabajar porque es mi mejor momento libre para concentrarme. Lamentablemente se me acumulan responsabilidades, correos y oportunidades durante la semana.
Durante el fin de semana divido mentalmente cada día en dos partes. El último sábado dediqué la primera parte del día a pasear con el grupo de la universidad por el capitolio y dormir una siesta. Hice mi mejor esfuerzo para trabajar la última parte del día pero costó concentrarme. ¡Hasta presencié una propuesta de casamiento que ocurrió donde yo estaba con mi computadora! Fue poco productivo pero al menos la chica dijo que sí. El domingo me organicé para no tener planes y trabajar lo máximo posible.
Después de tanto viajar, de a poco me voy amigando con la idea de que no puedo hacer todo y hay cosas que me voy a perder. Sin embargo, todavía me genera un poco de ansiedad cuando veo que otros hacen planes y yo elegí descansar o trabajar.
Cuando me siento de esa forma, vuelvo a pensar en el por qué estoy construyendo Tiene que haber algo más. Que tenga una misión de impacto en las personas me deja más tranquila que estoy en mi camino correcto y apostando a largo plazo.